En torno a los productos congelados existe un sinfín de falsos mitos; especialmente en las comparativas con los productos frescos. Nada más lejos de la realidad. La normativa de lo que se conoce como la trazabilidad del pescado congelado y su cumplimiento, hacen que muchos productos no solo mantengan sus propiedades sino que incluso sean más adecuado que frescos.
En este sentido la trazabilidad y el cumplimiento de las diferentes etapas es esencial por parte de las empresas. ¿Conoces estas etapas y como hacen que los productos del mar congelados no solo sean idóneos sino más que recomendables?
La trazabilidad de los alimentos: todo lo que debes saber
Definido por el propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la trazabilidad es el instrumento fundamental y esencial en el marco de la seguridad alimentaria. Un instrumento que no solo dota de seguridad al tratamiento de los alimentos desde su captura; además favorece lo que se conoce como la explotación sostenible por parte de los pesqueros. Una herramienta controlada por el Reglamento 1224/2009.
No obstante y de una manera más coloquial, podemos decir que la trazabilidad es la información adherida a cada alimento; permite seguir el rastro de los mismos desde el origen hasta que llega a una nevera, a una mesa o a manos de un consumidor. Una especie de sistema de identificación de la cadena alimentaria seguida por los alimentos.
Nunca antes hacer platos con productos del mar congelados o simplemente comerse un helado habría ofrecido tantas garantías al consumidor; no solo en el marco de la seguridad, sino en todos los aspectos al que alcanza cualquier producto.
La trazabilidad contendrá por lo tanto toda la información de la etapa de la producción, la transformación y la distribución. Asimismo, esa información se extenderá hasta el almacenamiento, el transporte de alimentos congelados, la venta o el suministro al consumidor final.
Las ventajas de la trazabilidad del pescado congelado para las empresas
Qué duda cabe de que la trazabilidad y la normativa en el marco de la misma, dota a las empresas de la seguridad en cuanto a la calidad; facilitando además la localización, la inmovilización y, llegado el caso, la retirada de los alimentos. Como empresa familiar con décadas de experiencia, cumplimos fielmente con la normativa.
Unos aspectos que inciden de manera muy positiva; no solo en la reputación, sino en las garantías que los consumidores tienen a la hora de comprar productos congelados.
De cara a los consumidores, la trazabilidad en general y la trazabilidad del pescado congelado en particular dota de confianza a los mismos.
El cumplimiento de esta normativa, que afecta a toda la cadena alimetaria, asegura que no solo comer congelados es sano sino que es más que recomendable. En el caso del pescado aún más; cuando la congelación segura garantiza la seguridad del pescado que estamos ingiriendo. Algo fundamental en lo referente a este tipo de alimentos.
Los expertos están de acuerdo en que la trazabilidad es beneficiosa; además supone una congelación segura que no afecta en nada a la calidad, al sabor o a los nutrientes. La trazabilidad nunca antes ha sido tan necesaria como hoy; ya que supone la diferencia también entre las empresas que apostamos por la calidad y el cumplimiento de la normativa.
Gracias a la trazabilidad del pescado congelado y al cumplimiento exhaustivo de todas sus etapas, las intervenciones en situaciones de crisis alimentarias son mucho más rápidas y por lo tanto efectivas.
Como ves, se trata de un salto cualitativo en la congelación de los alimentos en particular, y posiciona donde corresponde a los alimentos congelados en el mapa alimentario. Un mapa en el que cada día el pescado congelado está mejor situado.